sábado, 21 de febrero de 2015

Los 6 objetos messier más brillantes del firmamento

Los objetos astronómicos de los que vamos a tratar en esta entrada forman parte de un grupo más extenso de 110 objetos catalogados por Charles Messier que se publicó en 1771. Desde se creación ha sido objeto de revisiones siendo su última edición en 1996.

Charles Messier fue un astrónomo y cazacometas francés. Su catálogo ‘’Catalogue des Nébuleuses et des Amas d’Étoioles’’ en español Catálogo de Nebulosas y Cúmulos estelares consta de 110 objetos del espacio profundo cuya notación va de M1 a M110. Los principales objetos del espacio profundo de este catálogo son los cúmulos estelares y las galaxias pero también está catalogado un asterismo, una estrella doble, un remanente de supernova y diversas nebulosas. En principio, el catálogo se componía de 45 objetos del cielo profundo pero en posteriores ediciones fueron añadidos más objetos hasta alcanzar los 110 actuales.

En esta entrada voy a hablar de los 6 objetos más brillantes del catálogo Messier. Se trata de 5 cúmulos y una galaxia que pueden ser visibles a simple vista aunque lo más recomendable es usar unos prismáticos (los más utilizados por los aficionados son los de 10x50) para apreciarlos en todo su esplendor. Sin más empezamos con nuestro primer objeto y el más brillante del catálogo, Las Pléyades.

M45- Pléyades:

Tipo: Cúmulo abierto

Ascensión recta: 3h47m42sec

Declinación: +24°24’53’’

Constelación: Tauro

El objeto más brillante (magnitud +1,6) del catálogo Messier son las Pléyades. Se trata de un cúmulo abierto de estrellas muy jóvenes formadas a partir del colapso de una nube de gas estelar. El cúmulo tiene en total unas 500 estrellas, pero son entre 7 y 9 las que se pueden ver a simple vista. Cuando se observa, recuerda al carro de la osa mayor en miniatura. Recomiendo observar este objeto con unos prismáticos, pues el cúmulo entero entra en el campo visual de los prismáticos dando una imagen global muy bella.

Durante este mes, en España se pueden observar toda la noche mientras que en México será observable hasta las 7 de la mañana, cuando se pondrá por el horizonte. En los países de América del sur, se podrán observar solo desde las 00:00 hasta las 3 de la madrugada aproximadamente.

M7- Cúmulo de Ptolomeo:

Tipo: Cúmulo abierto

Ascensión recta: 17h54m54sec

Declinación: -34°49’07’’

Constelación: Scorpius

El segundo objeto más brillante del catálogo Messier es el cúmulo de Ptolomeo, en honor a Claudio Ptolomeo, quien lo describía como una nebulosa ya en el año 130 d.c. Este cúmulo se puede detectar cerca del aguijón de la constelación de Scorpius con relativa facilidad y a simple vista. Tiene unos 200 millones de años, contiene unas 100 estrellas y se a encuentra entre 800 y 1000 años luz de nosotros. Como con los demás cúmulos, lo mejor es utilizar prismáticos para poder verlo en su máximo esplendor.

En España es difícil de observar dada su declinación por lo general, pero a pesar de ello este mes si sois madrugadores, a partir de las 5 y media de la madrugada sale por el horizonte desde el sureste. Desde México sale por el horizonte desde las 10:15 de la mañana. Desde Sudamérica lo podremos observar a partir de las 4:40 de la mañana.

M31- Galaxia de Andrómeda:

Tipo: Galaxia espiral

Ascensión recta: 0h42m31sec

Declinación: +41°20’57’’

Constelación: Andrómeda

La galaxia de Andrómeda, con magnitud 4,3, es el objeto visible a simple vista más alejado de la Tierra, estando a 2,5 millones de años luz. Tiene aproximadamente el doble de tamaño que la Vía Láctea, y de aquí a entre 3000 y 5000 millones de años podría colisionar con nuestra galaxia.

En España será visible este mes desde las 20:00 hasta las 00:30 aproximadamente, momento en el que se pondrá por el horizonte. En México podremos observarla desde las 02:00 hasta las 05:00 aproximadamente. Y en Sudamérica desgraciadamente no será visible de noche.

M44- El pesebre:

Tipo: Cúmulo Abierto

Ascensión Recta: 8h40m58sec

Declinación: +19°55’44’’

Constelación: Cáncer

A este cúmulo se le da el nombre del pesebre debido a que está al lado de dos estrellas con nombre de asnos, Asellus Borealis y Asellus Australis. Es uno de los cúmulos más bellos y visible a simple vista, aunque yo recomiendo utilizar prismáticos para verlo en su máximo esplendor. Tiene una magnitud aparente de 3,7, pero al estar cerca de la eclíptica, transitan sobre el la Luna y los planetas.

En España este mes será visible, desde que cae la noche hasta las 6:30 aproximadamente, mientras que en México será visible durante toda la noche. Para Sudamérica, será visible desde que cae la noche hasta las 9 de la mañana aproximadamente, cuando se pondrá por el horizonte.

M6-Cúmulo de la Mariposa:

Tipo: Cúmulo Abierto

Ascensión Recta: 17h41m5sec

Declinación: -32°13’25’’

Constelación: Scorpius

Se le da este nombre porque se asemeja a una mariposa. Aunque se compone principalmente de estrellas azules y jóvenes (tiene una edad parecida al cumulo de las Pléyades), su estrella más brillante es una supergigante amarillenta de magnitud 6.

Desde España no se podrá ver hasta bien entrada la madrugada apareciendo a las 5:00 sobre el horizonte. Desde México, se podrá observar a partir de las 10:30, cuando saldrá por el horizonte y desde Sudamérica se podrá ver desde las 06:00 de la mañana.

M47-Cúmulo abierto M47:

Tipo: Cúmulo abierto

Ascensión recta: 7h37m18sec

Declinación: -14°32’4’’

Constelación: Puppis

Este cúmulo tiene una edad estimada de unos 78 millones de años, siendo sus integrantes unas 50 estrellas. Su magnitud aparente es de 4,2 y su estrella mas brillante tiene magnitud 5,7.

Desde España se verá desde que caiga la noche, hasta las 03:30 de la madrugada, mientras que desde México, se verá hasta las 10:30 de la mañana. Desde Sudamérica se verá visible desde que cae la noche hasta las 10:00 aproximadamente. 
Espero que os haya gustado la entrada y recordad, la mejor forma de observar los cúmulos es a través de unos prismáticos por el amplio campo de visión que ofrecen, pudiendo observar los cúmulos en su conjunto sin perder ningún detalle.






miércoles, 18 de febrero de 2015

Cielo de primavera en el hemisferio norte


Con el movimiento de traslación de nuestro planeta, la bóveda celeste cambia día a día apareciendo nuevas constelaciones por el este y desapareciendo por el oeste con el paso de los meses. 

Con la llegada de la primavera las temperaturas se empiezan a elevar poco a poco, favoreciendo las salidas al campo, que está verde y desprende aromas de todo tipo. No menos precioso es el cielo nocturno por lo que, y dado que la primavera está a la vuelta de la esquina, he decidido crear esta entrada para poder guiarnos por el cielo primaveral y poder observar las principales constelaciones que se ven durante esta estación en el hemisferio norte a una latitud de unos 40°.

Nuestro principal aliado en la travesía por el cielo primaveral es la Osa Mayor. Una vez localizada, rápidamente podemos encontrar Polaris y establecer el polo norte geográfico y el polo sur como comenté en anteriores entradas. 

Una vez orientados, tomaremos las dos estrellas exteriores de la cola de la Osa Mayor, Mizar (ζ UMa) y Alkaid (η UMa) y una línea curvada hacia abajo hasta encontrar una estrella muy brillante, Arturo (α Boo) perteneciente a la constelación de Boyero. Esta estrella es la tercera más brillante del cielo nocturno. En esta constelación podemos observar la galaxia espiral NGC 5248 y el cumulo globular NGC 5466. Al este de Boyero encontramos la constelación de la Corona boreal, constelación que contiene muchas estrellas variables. Los objetos que contiene esta constelación son muy tenues, siendo el más brillante de magnitud 16. 

Si prolongamos la línea curva imaginaria anterior, llegaremos a la estrella Spica (α Vir) perteneciente a la constelación de Virgo, una de las constelaciones del zodiaco. Al tratarse de una de las constelaciones más grandes del cielo, contiene muchos objetos interesantes como la galaxia elíptica M49, la más brillante del cúmulo de virgo. Otra galaxia elíptica, la M87 es una de las galaxias más grandes que se conocen. También podemos observar otras galaxias como M58, M59 y M60, y la Galaxia del sombrero M104. La mayoría de objetos visibles son galaxias pertenecientes al cúmulo de virgo, un grupo de más de 2000 galaxias. Al sureste de esta constelación encontramos la constelación de la Cabellera de Berenice. Entre las dos constelaciones hay mas de 13.000 galaxias.

Al suroeste de Spica, podemos encontrar cuatro estrellas formando una especie de cuadrado, se trata de la constelación del Cuervo o Corvus. Sus estrellas δ Crv y γCrv están alineadas con Spica. Se trata de una constelación pequeña cuyos objetos de interés son NGC 4039 y NGC 4038, dos galaxias que están interactuando entre ellas. En un futuro estas dos galaxias formarán una súper galaxia. 

Volviendo a la Osa Mayor, y esta vez tomando las dos estrellas interiores del carro, Megrez (δ UMa) y Phad (γ UMa), y prolongando la línea que las separa en la misma dirección, llegaremos a Algieba (γ Leo) que pertenece a la constelación de Leo, el león. Se trata de una de las constelaciones del zodiaco que se sitúa entre Virgo y Cáncer. Contiene estrellas muy brillantes y por tanto es fácil de reconocer. Al igual que en virgo, los objetos más interesantes de Leo son las galaxias, pues contiene una gran cantidad aunque solo son visibles con telescopios. M65 y M66 son visibles con prismáticos. Se trata de dos galaxias espirales que forman el triplete de leo junto con NGC 3628. Otras Galaxias de interés son M 105, NGC 3521, NGC 3226 y NGC 3227 ambas interactuando entre ellas y Leo I y leo II que son muy tenues. 

Prolongando la línea imaginaria nos encontraremos con Alphard (α Hya) perteneciente a la constelación de Hidra, la constelación más extensa de las 88 existentes. No hay que confundirla con Hydrus, de la que hablamos en la entrada anterior, pues los nombres son parecidos. A pesar del tamaño que tiene, sus estrellas no destacan por su brillo, siendo la Alphard (αHya) la estrella más brillante. Los objetos que podemos encontrar en esta constelación son variados. M48 por ejemplo es un cumulo globular que con buenas condiciones atmosféricas es observable a simple vista. Otros objetos interesantes son M83, una galaxia cuya tasa de formación de estrellas es superior a la de una galaxia normal, NGC3109, una galaxia irregular, parte de nuestro grupo local de galaxias, NGC 3621 que es una galaxia espiral barrada, y NGC5694, un cumulo globular muy antiguo. 

Al oeste de Leo encontramos la constelación de Cáncer, otra constelación del zodiaco. Tiene un brillo muy débil por lo que es difícil de localizar. Su estrella más brillante tiene una magnitud de 3,99. El objeto más famoso probablemente de esta constelación es M44. Se trata de un cúmulo abierto que había sido observado ya por el 260 A.C. y por galileo posteriormente, siendo este capaz de distinguir estrellas individuales. Otros objetos a destacar son M67, un cumulo abierto, y NGC 2775, una galaxia espiral. 

Volviendo a nuestra llave del cielo, la Osa Mayor, esta vez vamos a proyectar una línea desde Megrez (δ UMa) y Merak (β UMa), llegando a Cástor (α Gem), la segunda estrella más brillante de la constelación de Gémini. Se trata de otra constelación del zodiaco cuya estrella más brillante es Pólux (β Gem). Entre los objetos que podemos destacar encontramos M35, un cumulo abierto observable con prismáticos. Cerca de él encontramos NGC 2158, más antiguo. En cuanto a nebulosas podemos encontrar la nebulosa esquimal o NGC 2392 o la gran nebulosa planetaria NGC 2371.
  
Para localizar a nuestra última constelación vamos a tomar las estrellas superiores del carro de la Osa Mayor, Megrez (δ UMa) y Dubhe (αUMa) y prolongando la línea que las une llegaremos a una estrella brillante llamada Capella (αAur), que pertenece a la constelación de Cochero. En invierno esta constelación se puede localizar de forma más fácil a partir de la de Orión, pues está encima. Cochero tiene forma de pentágono y su estrella más brillante es Capella (αAur). Los objetos destacables de la constelación son M36, M37, M38 y NGC 1664 siendo todos cúmulos abiertos y una nebulosa planetaria, IC 2149. 

Espero que mi entrada haya animado a todo aquel que la haya leído a salir al campo a observar lo maravillosa que es la naturaleza y en especial en este caso el cielo, y lo importante que es cuidar de ellos para que nuestro hijos puedan disfrutarlos también.

lunes, 16 de febrero de 2015

Constelaciones circumpolares en latitudes medias del hemisferio sur


En mi anterior entrada hable de las constelaciones circumpolares para una latitud de 40° Norte que es la latitud aproximada en la que me encuentro.  En este caso voy a hablar de las constelaciones circumpolares para una latitud de 35° Sur. Recordad que tal y como dije en la anterior entrada, el hecho de que una estrella (lo mismo se aplica a las constelaciones) sea circumpolar depende de la latitud geográfica en la que nos encontramos y por tanto para unas personas ciertas constelaciones serán circumpolares mientas que para otras personas situadas en otro lugar con una latitud distinta esas constelaciones no serán circumpolares. 

Para poder localizar las constelaciones circumpolares lo primero que debemos buscar es la forma de hallar donde se encuentra el polo sur celeste, eje sobre el que giran todas las estrellas y por consiguiente las constelaciones. Para localizar el polo norte celeste teníamos como referencia a Polaris, pero en este caso es más complicado puesto que el brillo de la estrella que podríamos utilizar como referencia Polaris Australis (σ Octantis) es tan débil que la hace inútil para guiarse.
Nuestra llave en este caso serán las brillantes Alfa Centauri (α Centauri)  y Hadar (β Centauri). Estas son las dos estrellas más brillantes  de la constelación del Centauro y muy fáciles de localizar. Alfa Centauri se sitúa a 4.39 años luz de nosotros, lo que la hace la más cercana a nuestro sistema solar.
Si prolongamos la recta que une Alfa Centauri con Hadar unas tres veces desde Alfa Centauri a Hadar llegamos a la constelación de la Cruz del Sur. Gracias a esta constelación vamos a poder localizar el polo sur celeste y por consiguiente el polo sur geográfico tal como hicimos con el polo norte usando Polaris.  Se trata de la constelación más pequeña de las que existen en la actualidad y se asemeja a una cruz romana. Los objetos de interés que podemos observar en esta constelación son la Nebulosa Saco de Carbón y la Nebulosa del Pez Dragón, uno de los cúmulos más brillantes de la galaxia.
Para localizar la posición aproximada del polo sur celeste tenemos que prolongar la recta que une Gacrux con Acrux en esa dirección unas 4,5 veces.  De esta forma podemos situar aproximadamente el polo sur celeste y el polo sur geográfico, quedando detrás nuestro el polo norte geográfico.
Como para situar el polo norte celeste, he encontrado otro método un poco más exacto que consiste en trazar una recta que pasa perpendicular desde la distancia media entre Alfa Centauri y Hadar. El lugar en el que esta recta cruza con la recta que se prolonga desde Gacrux pasando por Acrux, es el lugar en el que se sitúa el polo sur celeste.
Utilizando la misma recta desde Gacrux hacia Acrux y prolongándola una vez más encontramos la constelación de la Mosca. Al igual que la Cruz del Sur, es una constelación pequeña cuyos objetos más destacados son NGC5189, una nebulosa planetaria con forma de ‘’S’’ y la Nebulosa Reloj de Arena.
Si seguimos prolongando nuestra línea otra vez mas, llegamos a la constelación del Camaleón, otra constelación pequeña cuyo objeto más notable es NGC3195, una nebulosa planetaria. Si prolongamos todavía más nuestra línea imaginaria llegaremos finalmente a la constelación de Hydrus. Hay que tener cuidado de no confundirla con la constelación de Hidra, la más extensa de las 88 constelaciones actuales. Los objetos más interesantes son NGC 1466 que es un cumulo globular asociado con la Gran Nube de Magallanes y NGC 1511, una galaxia espiral.
Como podéis comprobar gracias a la cruz del sur podemos localizar un buen número de constelaciones por lo que hay que saber localizarla muy bien. Nuestra próxima constelación la podemos localizar también gracias a la cruz del sur. En este caso tomamos como referencia las estrellas Gacrux y Mimosa (β Cru), y prolongamos la recta que las une en la misma dirección unas 5 veces. Llegaremos a γTrA, una estrella perteneciente a la constelación del Triángulo Austral. Las estrellas más brillantes de esta constelación forman casi un triángulo equilátero. Al tratarse de otra constelación pequeña los objetos de interés son pocos. Tenemos NGC 5979 que es una nebulosa planetaria y NGC 6025 que es un cúmulo abierto.
Otra de las constelaciones pequeñas que podemos encontrar en el hemisferio austral es la constelación del Compás. De nuevo tomamos como referencia la estrella de la Cruz del Sur, Mimosa. Si prolongamos la recta que une Mimosa con Hadar un poco menos de una vez, llegamos a β Cir, de la constelación del Compás (Circinus). Los objetos interesantes de esta constelación son NGC 5315, una nebulosa planetaria con forma de ‘’X’’, la Galaxia Circinus, la Galaxia Espiral Seyfert y un pequeño cumulo abierto al suroeste de β Cir.

Continuando nuestra travesía por las constelaciones pequeñas, la próxima en la lista es la del Ave del Paraiso. Esta constelación se puede localizar prolongando la línea que une λ Mus con γ Mus, estrellas de la constelación de la mosca, en esa dirección aproximadamente una vez y cuarto. Llegaremos entonces a α Aps, la estrella más brillante de la constelación. Como las demás constelaciones pequeñas no tiene muchos objetos de interés, siendo NGC 6101, un cumulo globular débil e IGC 4499, otro cumulo globular difícil de observar los más destacados.
Si tomamos como referencia la estrella más brillante de la constelación del Ave del Paraíso, podemos localizar la constelación del Octante. Si prolongamos la línea que separa γ TrA de α Aps media vez, localizaremos la estrella δ Oct.  Esta constelación es la más cercana al polo sur celeste, siendo su estrella Sigma Octantis la más cercana al polo sur. Los objetos de interés de esta constelación son dos Galaxias, NGC 6438 y NGC 7098.
La próxima constelación de la que vamos a hablar es muy fácil de localizar si previamente hemos localizado el Triángulo Austral, pues  su estrella más brillante la señala (Atria). Se trata de la constelación del Pavo Real. A mí personalmente me recuerda mucho a la constelación de Orión. Los objetos a destacar de esta constelación son NGC 6752, el tercer cumulo globular más grande en tamaño aparente, NGC 6744, galaxia similar a la Vía Láctea y NGC 6782, una galaxia espiral barrada.
De la misma forma que el triángulo Austral señala al pavo real, la constelación de la Mosca señala a la constelación de Carina o en castellano la Quilla. Antiguamente esta constelación formaba parte de una más grande llamada Argo Navis, que fue dividida en cuatro partes siendo Carina una de ellas. En esta constelación se encuentra la segunda estrella más brillante del firmamento, Canopo así como una de las estrellas más masivas de la galaxia, η Carinae. En esta constelación encontramos una gran cantidad de objetos siendo los cúmulos los predominantes, como son NGC 2516 y 3114, cúmulos abiertos, NGC 2808, cumulo globular, NGC 2867, una nebulosa planetaria, la Gran nebulosa de Carina, Cumulo θ Carinae, y una galaxia satélite de la Vía Láctea, la Enana de Carina.
Volviendo a la Cruz del Sur, a partir de la estrella δ Cru y las Pleyades del Sur de Carina podemos localizar a la misma distancia que separa ambas en la misma dirección a α Vol perteneciente a la constelación del Pez Volador. A pesar de ser la estrella alfa, no es la más brillante, siendo ese puesto para β Vol. No es una constelación con muchos objetos de interés siendo la galaxia anular y lenticular AM 0655-741, NGC 2442 y 2234 los más destacados.
A través de la constelación del Pez Volador podemos localizar la constelación de Reticulum y la constelación de la Mesa. Si prolongamos la línea que une α Vol con γ Vol unas dos veces y media, localizaremos β Ret de la constelación del retículo, siendo los objetos destacables dos galaxias NGC 1559 y NGC1313.
Si por el contrario utilizamos como referencia las estrellas β Vol y γ Vol y prolongamos la línea que las une en la misma dirección de forma aproximada una vez más, llegaremos a μ Men, de la constelación de la Mesa. Esta constelación es difícil de observar y el objeto más destacado  es la Gran Nube de Magallanes.

Aquí finaliza esta entrada. El software que he usado para ilustrar las constelaciones se llama Stellarium y se puede descargar gratuitamente desde el ordenador.  He colgado el link desde donde podéis descargar el programa en la sección Descargas.

domingo, 15 de febrero de 2015

Localización de las constelaciones circumpolares en latitudes medias del hemisferio norte


Las constelaciones circumpolares son aquellas que, dada una latitud geográfica son siempre visibles sobre el horizonte, tanto de noche como, en caso de que no existiera el sol de día. Estas constelaciones serán por tanto visibles durante todo el año en nuestra latitud. 

Son circumpolares aquellas estrellas y constelaciones que disten del polo norte o sur la latitud de observación. Para una latitud de 40°, en la que me encuentro ahora mismo en España, vería aquellas constelaciones que disten un máximo de 40° del polo norte, es decir aquellas estrellas que se encuentren entre +50° y +90°. Se restaría a 90° los 40° de mi latitud. En el caso del hemisferio sur para una latitud de -30°, serán circumpolares aquellas constelaciones que estén entre -60° y el polo sur. En este caso por notación se sumaría la latitud de modo que a -90° se sumarían los -30° de mi latitud. 

He tratado de explicarlo lo mejor que he podido pero si todavía quedan dudas adjunto el link sobre las estrellas circumpolares para el que quiera indagar en el tema. Cabe destacar que en el ecuador terrestre no existen ni las estrellas ni las constelaciones circumpolares. 
Para orientarse en el cielo del hemisferio norte, tenemos que encontrar la Osa Mayor (UMa). Es una constelación de fácil detección mediante estos dos métodos:

El primer método consiste en localizar la cola de la Osa Mayor. En ella se encuentra la estrella más brillante de la constelación, llamada Alioth (ε Ursae Majoris)

El segundo método consiste en encontrar las estrellas externas que forman el carro. Estas estrellas son Dubhe (α Ursae Majoris) y Merak (β Ursae Majoris) y gracias a ellas podremos localizar la estrella Polar. Los elementos de interés astronómico que hay en esta constelación son muchos. A destacar M 81 (Galaxia de bode) y M 82 (La galaxia del cigarro). 

Localizada la Osa Mayor podremos localizar la Osa Menor. Por ello tenemos que prolongar la línea imaginaria que va desde Merak a Dubhe unas 5 veces y encontraremos Polaris (α Ursae Minoris), la estrella más brillante de la Osa Menor. Esta es la estrella más próxima al polo norte celeste y por ello desde el hemisferio norte parece que las demás constelaciones y estrellas giran en torno a ella. Además gracias a esta estrella podemos localizar en qué dirección se encuentra el polo norte geográfico y por consiguiente detrás nuestro quedará el polo sur geográfico. 
La constelación de la Osa Menor seguramente sea la más conocida del hemisferio norte junto a la Osa Mayor. No es posible observarla a en el hemisferio sur, sin embargo es visible en el norte durante todo el año y a excepción de Polaris, no posee elementos de interés astronómico. 

La próxima constelación que debemos saber localizar es la constelación de Cassiopeia. Gracias a esta constelación tendremos la llave para poder localizar más constelaciones. Para localizar esta constelación, y una vez localizadas la Osa Mayor y la Osa Menor, trazamos una línea desde Aliot (ε Ursa Majoris) pasando por Polaris (α Ursa Minoris) y prolongando distancia entre estas dos estrellas una vez más, llegamos a Cih (γ Cas), una estrella de tipo variable eruptiva que en su magnitud más baja llega a ser más brillante que Schedar (α Cas) y Caph (β Cas)
Esta constelación es muy fácil de reconocer por su forma de ‘’W’’ o ‘’M’’ y es por ello que si no se consigue localizar la Osa Mayor, se puede emplear esta constelación para localizar a Polaris. Tiene muchos objetos de interés astronómico como son M 52 (cumulo abierto), M103, Galaxias elípticas enanas, y cerca de la constelación, la galaxia de Andrómeda. 

A través de la constelación de Cassiopeia podemos llegar a la constelación de Cefeo. Tomando como referencia las estrellas Schedar (α Cas) y Caph (β Cas) prolongamos la distancia que hay entre ellas unas tres veces desde α Cas hacia β Cas y llegamos a Alderamín (α Cep), la estrella más brillante de la constelación de Cefeo. La forma de esta constelación a mí me recuerda a una casita. Es junto con Cassiopeia una de las 48 constelaciones nombradas por Ptolomeo. Contiene dos estrellas variables de gran interés astronómico como δ Cep, que es el prototipo de las estrellas variables cefeidas y Alfirk (β Cep) que representa a las variables que muestran cambios de luminosidad debido a pulsaciones en la superficie de la estrella. 
Otro objeto a destacar en esta constelación es la galaxia espiral NGC 6946, galaxia en la que se ha registrado el mayor número de supernovas. 
Continuando nuestro viaje por las constelaciones boreales nos encontramos entre Cefeo y la Osa Menor la imponente constelación de Draco, el Dragón. Se trata de una constelación muy grande aunque sus estrellas no son muy brillantes. Para localizarla debemos tomar como referencia las estrellas interiores del carro de la Osa Mayor, Phad (γ UMa) y Megrez (δ UMa). Si prolongamos la distancia que separa ambas estrellas desde γ UMa a δ UMa unas 6 veces llegaremos a Aldhibah (ζ Draconis), perteneciente a la constelación de Draco. 

Hace 5000 años Thuban (α Draconis) fue la estrella polar. Además, en esta constelación se encuentran algunos de los objetos más estudiados como la estrella simbiótica AG Draconis y la nebulosa Ojo de gato, que además es una de las nebulosas planetarias más brillantes. Los objetos de mayor interés son galaxias como la galaxia Enana de Draco, NGC 6503, la más brillante de la constelación, y galaxias espirales como NGC4236 y NGC5907. 

Por último, y aunque sea la menos conocida de todas las constelaciones que he expuesto, la constelación de la Jirafa o Camelopardalis ya era conocida por los griegos, que creían ver la cabeza de un camello y las manchas de leopardo. 

Se trata de una constelación difícil de observar, ya que sus estrellas más brillantes tienen magnitud 5. Se puede localizar prolongando la línea que une Phad (γUMa) y Dubhe (αUMa) unas dos veces y media hasta llegar a α Cam. Entre los objetos más destacados encontramos una galaxia irregular (NGC 1569) que tiene una elevada actividad de formación de estrellas y NGC 2403 que es una de las galaxias espirales más cercanas a la Vía Láctea sin tener en cuenta las del Grupo Local.